Presentación

Cleto. ¿Quién es Cleto Bordoni, actualmente médico jubilado de la Comuna de Asola, provincia de Mantova?.
Nacido en Roverbella en 1921, hijo de Romeo y Carmelita Simonetti, la mayor de los diez hijos del profesor Tommaso, desde niño pasaba los meses de verano en Borrello, pueblo natal de la madre, en la casa de los abuelos.
En Borrello, pueblo agrícola, querer la tierra era al mismo tiempo cultura y necesidad de vida. Y en este ambiente, donde el repicar de las campanas determinaba los momentos más importantes de la vida del campesino y del pastor, Cleto Bordoni se sumergía alegremente en el mismo, brindando amor hacia todo y todos, con sencillez y distinguida solidaridad.
Fue la obligación del llamado a las armas lo que le impidió regresar en 1941, pero, antes de partir para Libia en septiembre de 1942 y con el grado de subteniente de artillería, vino a saludar parientes y amigos.
Volvió para estar entre nosotros un año más tarde, en el mes de septiembre de 1943, después del armisticio del 8 de septiembre.
Esta última circunstancia lo llevó a vivir en Borrello los dramáticos acontecimientos que culminaron con la destrucción del pueblo por decisión de las huestes alemanas, que además transformaron al sur del Sangro en “tierra quemada”, compartiendo fraternalmente con nosotros “la macchia”, el hambre, el frío y también la esperanza, cuando con la primavera, concluyó la pesadilla de la guerra.
Para reincorporarse al nuevamente organizado ejército del sud, partió a fines de mayo de 1944, regresando por pocos días al terminar la guerra. Transcurridos algunos años, realizó una nueva y breve estadía en 1954 durante el viaje de bodas.
Cleto desde entonces y sin ánimo de ocultarse, nunca más volvió a los lugares por él tan queridos, porque, según lo confesó en una carta, “... a los queridos borrellanos, quiero recordarlos siempre jóvenes, sanos y hermosos ...”.
La esperanza de quienes lo recuerdan y saben del amor que a toda hora profesa por este pequeño pueblo de la montaña abruza, es que él regrese, aunque más no sea por un corto tiempo y que entre nosotros supere la nostalgia que lo embarga por ese mundo de cosas y de personas ya desaparecido.

Los amigos de Cleto